Su nombre es Iasuco, y tiene 91 años.
Es la madre de Hiromi, brasileña de nacimiento pero heredera de esa generación de japoneses que vino al Brasil hace un siglo. Hiromi trabaja en una empresa filial a la mía, así que me han acogido en sus oficinas y allí voy todos los días a trabajar.
No se me olvida el momento del día: el solazo dándonos de cara en la carretera, Hiromi al volante, hablándome y mirando al frente tan tranquila sin bajar el parasol. Así de escondidos tiene los ojos en su carita, como si tuviesen vergüenza de salir, que no le molestaba nada!
Iasuco habla portugués con acento oriental (tan entrañable que te entran unas ganas tremendas de abrazarla). Tiene una lucidez y un sentido del humor que ya quisieran muchos jóvenes. Hoy me contó que hasta hace poco escribía Haiku, un tipo de poesía japonesa que se escribe en una única línea vertical con sílabas muy cortas.
- 初しぐれ 猿も小蓑を ほしげ 也
- hatsu shigure saru mo komino wo hoshige nari
- the first cold shower
- even the monkey seems to want
- a little coat of straw
Ese atardecer no me hubiera importado vivirlo contigo Paca mia...
ResponderEliminaryo tengo los ojos también un poco escondidos, más bien pequeñitos
pero a veces se ponen timidos y me dicen que les tape con algo oscuro
así que les arropo con unas gafas. Son el espejo del alma como dicen,
y parece que mi alma no quiere estar siempre expuesta a todo.
De P a P ;)